Luego de extensos y trabajosos preparativos, la Corona española envió al sur del continente americano, tras la ruta de Solís, una nueva e importante expedición que quedó al mando de Hernando de Magallanes; siendo su segundo Sebastián Elcano; quien terminaría siendo el comandante de la expedición que por primera vez completara un viaje alrededor de la Tierra.

La expedición partió el 20 de setiembre de 1519, e ingresó a las aguas del Río de la Plata, doblando por el actual Cabo de Santa María (Departamento de Rocha), en enero de 1520.

Es interesante señalar que según algunos textos históricos, habría ocurrido que al aproximarse al cerro de Montevideo un vigía de la expedición, que era de nacionalidad portuguesa, habría anunciado haber visto un monte con la expresión “monte vide eu”; a lo que se atribuyó el origen del nombre de ese cerro, y de la ciudad que posteriormente allí se fundara. Sin embargo, se acepta muy generalmente que esa denominación resulta de que ese cerro es el ubicado en sexto lugar al navegar de Este a Oeste, por lo que aparecía señalado en las cartas de navegación como Monte VI de E a O.

Habiendo advertido, al llegar a la altura del Departamento de Colonia, que se encontraban indudablemente en las bocas de un río interior y no en el paso que buscaban; la expedición de Magallanes retrocedió y continuó navegando hacia al sur, bordeando las costas de la actual República Argentina; en busca del canal que les permitiera llegar al Mar del Sur.

Durante esa navegación, debieron soportar muy duras condiciones climáticas, y sufrieron graves penurias a causa del frío y de la escasez de víveres. Finalmente, el 21 de octubre de 1520, se internaron en el estrecho que actualmente lleva el nombre de su descubridor Magallanes; y lograron cruzarlo para ingresar en las aguas del Mar del Sur, al que Magallanes, encontrando condiciones de navegación mucho más favorables que aquellas que acababan de soportar, denominó Océano Pacífico.

Sin embargo, las dificultades que debió soportar la expedición no disminuyeron; principalmente a causa de que, aunque esperaban que prontamente llegarían a la ansiada Especiería — donde pensaban que podrían recoger cargamentos que les reportarían grandes riquezas — la enorme extensión del Océano Pacífico prolongó su navegación por mucho más tiempo del que esperaban.

Navegando en dirección al Noroeste — para volver a los climas cálidos — arribaron finalmente a las actuales Islas Filipinas en abril de 1521. Sin embargo, los expedicionarios españoles debieron enfrentar la hostilidad de los nativos filipinos, falleciendo Magallanes en uno de los combates.

La expedición continuó su viaje hacia el oeste, ahora al mando de Sebastián Elcano, llegando en noviembre de 1521 a las Islas Molucas, donde finalmente pudieron hacerse de un gran cargamento de especies; aunque solamente pudo continuar el viaje una de las naves que la componían, la “Victoria”; la cual, luego de bordear el sur del continente africano por el Cabo de la Buena Esperanza, logró regresar a su puerto español en 1522.

La expedición de Magallanes, que constituyó una de las mayores hazañas de navegación de los tiempos modernos — y bien puede compararse con la exploración espacial de la Luna, aunque se realizó en condiciones mucho más inciertas — tuvo importantes consecuencias.

Además de haber cumplido el objetivo de encontrar un paso hacia la Especiería que la había determinado; el viaje de Magallanes y Elcano al tiempo que confirmó que la Tierra era esférica, evidenció que el tamaño del planeta era mucho mayor del que hasta entonces se pensara. Y en cierta medida, puso en evidencia que si bien se había encontrado una ruta hacia la Especiería, ésta no era mejor que la que cruzaba por el sur del continente africano; lo que permitió comprender que, tal vez fuera de mucho mayor trascendencia el haber descubierto un enorme continente dotado de grandes riquezas.

La expedición contemporánea de Hernán Cortés que descubriera México y su civilización, así como sus abundantes recursos en metales preciosos, condujo a que el nuevo soberano español el Emperador Carlos V, solamente considerara enviar algunas pocas expediciones más en busca de las riquezas de la Especiería. Pero ello tuvo como consecuencia que se continuaran las exploraciones en los territorios del área del Río de la Plata, y se les prestara interés; en buena medida considerando las actividades que Portugal llevaba a cabo en sus proximidades.

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