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La gramática.
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 Se denomina gramática al conjunto de conocimientos ordenadamente expuestos y analizados, que corresponden al estudio de la forma en que se estructura y debe emplearse un idioma.
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El estudio y conocimiento adecuado de esta disciplina del conocimiento es muy importante, porque es lo que permite que todas las personas que se expresan mediante ese idioma, utilicen los mismos modos de hacerlo correctamente; de manera tal que se cumpla en la forma más eficiente posible el objetivo que tiene el idioma, de permitir la comunicación entre las personas.
El empleo correcto del idioma hace que aquel a quien se dirige una comunicación la reciba y la interprete en el sentido exacto que le atribuyó quien se la envió; lo que es tanto más importante cuando más trascendentales son los contenidos que se intenta transmitir en esa comunicación.
El estudio del idioma es objeto de diversas disciplinas:
La gramática — que considerada en su objeto específico, se ocupa del estudio de las palabras; su estructura; sus clases; su forma de organizarse en oraciones o frases; sus combinaciones; las funciones que, ya sea individualmente o en conjunto, cumplen en la oración; sus variaciones o derivaciones; y su significación.
La semántica — que tiene por objeto el estudio de los significados que adquieren las palabras y sus combinaciones en el uso del idioma.
La pragmática — que tiene por objeto en análisis de la forma en que las personas hacen uso, en su vida de relación, de los instrumentos que para ello les provee el idioma.
A su vez, en la gramática se distinguen diversas formas del estudio de las palabras y sus combinaciones y variaciones:
La morfología — que estudia la estructura de las palabras y sus variaciones.
La sintaxis — que realiza el análisis de la forma en que las palabras se combinan y se organizan en frases y oraciones; y los tipos de agrupamiento que son resultantes de ello.
La ortografía — que es aquella parte de la gramática que enseña la forma en que las palabras deben ser correctamente escritas, utilizando para ello las letras en forma adecuada; lo que tiene especial importancia ya que existen palabras que tienen mucha similitud pero significados frecuentemente muy distintos, y porque además de ello, esa escrituración correcta es fundamental para que sean adecuadamente comprendidas.
El conocimiento y el uso correcto de la ortografía tiene una gran importancia — a pesar de que, desde hace ya muchos años ha sido lamentablemente descuidada su enseñanza — porque permite mantener estables los signos y símbolos que constituyen los elementos esenciales del idioma, a través del tiempo y de las diversas comunidades humanas que lo emplean.
En el caso del idioma español, que es un idioma empleado por grandes cantidades de personas pertenecientes a muchos países y que continuamente está extendiéndose en el mundo, ese mantenimiento de una unidad esencial de sus componentes constituye un requisito fundamental para que permita conservar y transmitir todo lo que constituye el tesoro cultural y de conocimientos humanos en numerosas materiales de ese conocimiento, adquirido y construido por la comunidad hispano-parlante a lo largo de los siglos.
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La prosodia — que estudia los niveles enfáticos de la elocución a través de la entonación del habla - que se expresa fundamentalmente en el acento prosódico - y determina la preeminencia de determinadas sílabas o palabras como vehículo de la afirmación de conceptos o de los patrones sonoros y emocionales que el habla trasmite.
La fonética — que estudia los sonidos mediante los cuales se habla.
La fonología — que estudia la forma en que los sonidos del habla se organizan para conformar el idioma, como instrumento de comunicación oral.
La etimología — que es aquella parte de la gramática que estudia el origen idiomático de las palabras. Sobre todo teniendo en consideración que los principales idiomas, por lo menos en el mundo de Occidente, se originaron en los idiomas antiguos griego y latín — el que se utilizaba en Roma antigua; así como que especialmente en las épocas recientes, el auge de las comunicaciones masivas y los grandes progresos técnicos, han provocado un alto relacionamiento de pueblos de idiomas distintos, lo cual ha generado una gran permeabilidad idiomática, dando lugar en todos los idiomas, pero marcadamente en el español, a la aparición de palabras originarias de otros idiomas, especialmente el inglés, el francés, el italiano y el portugués.
Se distinguen varios tipos de gramática:
La gramática sincrónica — que estudia la situación idiomática que existe en determinado momento.
Este tipo de gramática presta atención tanto a las expresiones idiomáticas formales, literarias o académicas, como a aquellas de índole coloquial y regional, o las relacionadas con los agrupamientos sociales de tipo profesional, con los desarrollos científicos y técnicos.
La gramática histórica — que estudia la forma en que ha evolucionado el lenguaje durante un período de la historia.
La gramática descriptiva — que expone las propiedades gramaticales analizándolas considerando la morfología, la sintaxis, la fonética y la fonología.
La gramática normativa — que postula la forma correcta de expresar el idioma como componente de la cultura.
En tanto que la gramática está referida a un fenómeno vivo - como es el idioma como manifestacián de la convivencia en la sociedad - su normativa es y debe ser flexible; adaptándose a la evolución que espontáneamente se opera en el uso generalizado.
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Sin embargo, no debe confundirse la flexibilidad especialmente manifestada en la aceptación de las innovaciones y evoluciones justificadas en el uso del lenguaje, con la admisión como normal y aceptable de la introducción y generalización - a menudo resultante de su difusión por los medios de comunicación masiva - de usos y expresiones que se apartan de la armonía lógica de las estructuras gramaticales, o de vulgarismos que degradan el nivel cultural del idioma.
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La gramática teórica — que analiza los fundamentos de las distintas reglas gramaticales y su aplicación.
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